No hi havia millor dia més que un dilluns per començar -o continuar, millor dit- fent cerveses. La simple excusa per trobar-nos i recórrer amb Joe Crepúsculo el seu nou barri des que viu a Palma ja fa vuit mesos. Quedam a Arxiduc a l’altura de la plaça del Capitol. En Joël Iriarte ve de dur a escurçar-se uns calçons. Me top amb n’Adriana Petit davant la plaça de Toros, càmera en mà, i li sortim a camí. La ruta que ens fa havia de tenir dues primeres aturades de rigor, a banda i banda de vies: el bar Montecarlo i el que ell li diu el de les vies del tren. Estan tancats. És el que té no canviar d’hàbits per molt que els dilluns ja s’hagin convertit en els nous dijous. Contraatacam com si sortissim de Dragones y Mazmorras trotant carrer amunt i avall. Tiram els daus; la sort és damunt la taula. Alea iacta est. És el primer cobro, abans d’arribar al límit del no-res, i començar a xerrar de reptes just ara que acaba de publicar Baile de Magos (Mushroom Pillow), el seu sisè àlbum. Els seus van més enllà.
Alea jacta est. Punt de trobada de harajukus
Joe Crepúsculo: Hacer música para otra gente. Lo veo como súper retos. Así como ahora, por ejemplo, estoy haciendo música para pelis, como la de Toni Nievas. Te lees el guión, le metes música… Mola.
40PUTES: ¿Y ya has visionado cosas de la peli?
Sí. Estuve en su casa. Me puso lo que tenía y va a quedar muy guapo.
¿Ya hay artistas que han contactado contigo para hacerles canciones?
No, de momento no. Me gustaría que a la larga contactara gente. No sé, me gustaría hacer música para Miguel Bosé, para Chenoa, para Bisbal… Tener un abanico de gente a la que poder meter mis composiciones. Porque, no sé, con el indie al final llegas a muy poca gente. Ese monstruo que llaman el indie es una invención bastante rara que en verdad no se sustenta ni por un lado ni por otro.
¿Y sería por cuestiones económicas o más bien por morbo de saber cómo esos artistas van a acoger tus composiciones?
A mí me interesa mucho el reto, el rollo ideal de poder llegar a gente, es lo que más me gusta como músico. Por pasta, pues tampoco me voy a quejar. Es como cuando a uno le preguntan: “¿qué quieres ser? Voy a ser médico. ¿Lo haces por la pasta?“. Pues también. Nadie curra gratis en esta vida.
Aunque estás citando a gente de otra división que no es la tuya…
Sí. Es que nunca me he considerado indie ni que participe del indie. Yo no sabía que había música indie hasta que empecé a tocar en festivales con Tarántula y vi que había grupos que venían de los 90… Y vi que eso era el indie. Pero el indie es muy raro porque hay grupos que están dentro del indie pero que no venden, y grupos que son indie que venden mucho. ¿Qué es indie? ¿Lo independiente? Hay grupos que son indie y no son independientes. ¿O lo que se relaciona con la música alternativa? ¿Puedes meter a Garbage dentro del indie? Eso también es muy noventero, ¿no? Yo creo que indie es una palabra que deberíamos dejar de utilizar porque es una palabra insuficiente, mala.
Precisamente últimamente estás colaborando con Fernando Alfaro, que es el tío del underground que nunca ha participado de la estructura del indie. El tío del indie antes del indie…
Yo conocí a Fernando como amigo. Nos caímos bien, estuvimos quedando y no conocía nada de Surfin’ Bichos. Bueno, conocía las más famosas. Y luego conforme ha ido pasando el tiempo me ha gustado mucho. No sé, me imagino que en algún momento se le podía considerar indie, ¿no?, pero no sé si él se sentía dentro de este rollo.
Aquí ens fotem el primer llom fumat amb maionesa i patates fregides. No són ni les set.
¿Compones todas las mañanas cuando te levantas?
Ahora intento que no, pero sí, cada día curro mucho, bastante. Me puedo tirar bastantes horas al día haciendo música. Ahora he estado haciendo unas canciones para el homenaje a Monta-man.
Es decir que va a salir tambien una canción tuya en el bandcamp de homenaje. ¿Cuál es?
Bueno, primero empecé a hacer una, “No lo entiendo”, y vi que mi voz no quedaba bien, me costaba cantar; y ahora he empezado a hacer “Cumpleaños”. Y me gusta, pero no sé. Creo que voy a pedir la colaboración de Gerard (Armengol, Gran Amant) que canta mejor que yo. Igual pongo su voz al nivel para que queden más guay. Igual incluso sacamos las dos. No lo sé. Lo que nos dejen. Me hace ilusión participar en esto.
Monta-man fue musicalmente de lo primero que conociste de Mallorca…
Bueno, lo primero que conocí, digamos, sería The Bankers y Gran Amant. Bueno, y a Antònia Font y Joan Miquel Oliver; más que nada por el círculo de amistades. Pero, bueno, creo que hay una relación muy estrecha con la isla desde que empecé a hacer cosas, cuando arranqué en el 2007 con lo de Joe Crepúsculo y ya vine en verano y ya hacía dos años que venía con Tarántula para el Rock’n'Rostoll. O sea que se puede decir que llevo un idilio con Mallorca desde el 2004-2005 de venir casi cada año. Con Monta-man pasó una cosa muy curiosa. Me gustaban sus canciones. El disco Unisex cuando salió me pareció impresionante. Pero también mola mucho su actitud, su forma de ser. No quiere salir de su rollo. Le dije: “hostia, hacemos un disco, si quieres… Lo grabamos…”. Y dice: “no, no. Lo grabo con la cinta…”. No hay manera de sacarlo de allí (riu). Bueno, ahora está con otras bandas y tal. Esa cabezonaría yo creo que incluso hizo que le tuviera más respeto todavía…
¿Y te has planteado en algún momento que si se ha hecho este homenaje es gracias, en gran parte, a ti por apoyarle y hablar de él en su momento?
No lo sé. Bueno yo envié a Mondo Sonoro links suyos. No sé si tuvo algo que ver pero sí hubo un momento que yo estaba pesado. Diría que no, porque las canciones de Monta-man ya valían por sí mismas. Precisamente, el homenaje éste ha salido por gente de Madrid…
Llegasteis a colaborar…
Tocamos en un fin de año en el Flamenquín… Y cantamos juntos esa canción que creo que la mal canté porque viéndola ahora en el estudio… que no canto tan bien como él…
En estos siete-ocho meses que ya llevas viviendo aquí en Mallorca, ya tomando de pleno el pulso a la isla, ya se te habrán empezado a caer ciertos idilios que tenías…
Una cosa, por ejemplo, que no veía cuando venía en verano es la forma de ser mallorquina, algo que estoy viendo ahora viviendo en Palma. Cómo es la gente, ese formato tan peculiar del mallorquín. Muchas veces lo pienso y creo que es como un catalán radicalizado. Un catalán multiplicado por quince, sale el mallorquín… Esa desconfianza que tiene. Vas a una presentación de algo y nunca preguntan nada. Vas por la calle y no te saludan hasta que no les dices algo. No sé. También me hace mucha gracia el cuadro de Gerard d’Els Artistes, no? Creo que es como son los artistas mallorquines. Todos cuando hacen cosas son como los perros esos. Puedes verles la forma de ser.
Pero… ¿algún mito concreto que ya se te haya desmoronado, algo que te haya desilusionado ya?
No… Para nada. Todo lo contrario. La gente me decía: “ya verás el invierno mallorquín…”. Y a mí el invierno mallorquín me parece más divertido que el verano todavía. Siempre hay algo que celebrar. Cada fin de semana estamos haciendo cosas…
Siempre estás en la calle. ¿Más que en Barcelona?
Sí. La verdad es que me gusta mucho pasear por las ciudades.
¿Y qué tal en tu barrio?
Es el mejor barrio de Palma pese a que tengo muchos amigos en Santa Catalina y ellos creen que es el mejor barrio… (ho diu amb complicitat perquè davant té n’Adriana, que és de Santa Catalina). El mejor es el de la plaza de toros… Aunque al final siempre acabo cruzando la ría… Este barrio es más auténtico, es un barrio mallorquín cien por cien si te quedas al otro lado de las vías. Es un barrio de perros y banderas de España, son Oliva. Perros de pasear, no de cacas en el suelo…
Territorio comanche…
Me siento como en Cornellà, L’Hospitalet, que es mi casa. Además ahora se ha puesto de moda lo del tapeo que es impresionante y no tiene nada que envidiar a Cádiz o Granada.
Aunque tú también eres muy casero. Te gusta cocinar…
A veces sí, pero no siempre. Me gusta mucho salir. Me gusta mucho ir a tiendas de segunda mano. Hay una en Arxiduc, y otra en la calle del Jarana, y me gusta comprar cuadros de segunda mano para ponerlos en mi estudio. Ahora que me han pagado, a lo mejor me compro alguno de tres euros de estos chuscos… Come esto, Celestí, que no te van a sentar bien las cañas…
N’Adriana demana una ronda més de canyes. A en Joël li sona el telèfon. És sa mare. Posam pausa al REC. Abans de torna-hi, comentam que sovint hi ha informació que encara que l’entrevistat la transmeti es pacta que no entri a les entrevistes quan es publiquen i de si un a vegades es relaxa quan se sent còmode amb l’entrevistador. En Joël comenta que en el nostre cas és més difícil l’entrevista. I apareix aquí la polèmica que va suscitar el titular d’El País ara fa uns anys i les conseqüents amenaces que va rebre. Torn a posar el REC.
Joe Crepúsculo: Sí, me amenazaron de muerte, que me querían cortar la cabeza… A mí no es que no me gusten Joy Division, simplemente en ese momento yo quería hablar de bandas que se basaban en Joy Division, ese rollo oscuro… A mí Joy Division me gustan y en ese momento no lo supe explicar. Lo dije porque estaba a gusto. Y la gente dice que lo hice para buscar polémica y más seguidores, pero creo que este tipo de polémicas no va bien a nadie porque te crea gente que te odia de por vida que no seguidores. A veces estás a gusto y empiezas a hablar y dices cosas… Eso al menos me hizo aprender mucho con las entrevistas. Ahora también hay que comentar mucho cómo están los diarios. ¿Cómo funciona El País? Cito El País por decir el periódico que no sea de deportes que más vende en España, porque el que más vende es El Marca, que también tiene cojones. Pues ¿cómo funciona? Funciona por clicks. Si tú tienes 500 clicks, tú puedes vender publicidad de banners. Tú funcionas por el número de clicks que tienes. ¿Tú cómo creas clicks? Poniendo titulares que llamen la atención. Entonces yo lo que quiero hacer es una interpretación de porqué funciona así. Es una forma del periodismo de ahora. Se prima más el llamar la atención. Los periodistas se han dado cuenta que si tú en el periódico pones un gato haciendo skate, va a tener 80 veces más visitas que si tú pones cualquier cuestión política y cultural. Eso te dice mucho de qué va el periodismo de hoy en día.
Sí, y hoy en día en la era de la velocidad y la saturación en que cualquier cosa es susceptible de ser información, lo que vende no es el contenido ni el desarrollo de la información, sino lo que se le da al Me Gusta: el titular.
Yo en ese momento, con lo de Joy Division, lo pasé muy mal. Entonces hablé con Vigalondo que había tenido la polémica muy bestia de Twitter que, de hecho, le echaron, y Vigalondo me decía: “fíjate que la mayoría de gente que ha hecho comentarios no se ha leído el artículo; han leído el titular”. Es la nueva filosofía de Twitter. Tú te crees que porque sigas y leas los titulares de El País, ABC, CNN y Al Jazeera ya estás informado. Pero eso no es verdad. Es una nueva forma de hacer funcionar el cerebro de ahora que creo que no es buena porque te crea un conocimiento falso. Por ejemplo, se puede hacer una analogía con los discos. De por qué la música que hoy en día triunfa es la que es. Pues porque la gente no tiene tiempo de llegar a la tercera canción. Si no le gusta la primera, tiene millones de discos para escuchar. Barco y al siguiente que tengo en la lista de Spotify que me quema. Ha cambiado mucho la forma de pensar porque yo cuando era pequeño y me iba a Barcelona y me compraba un cedé, a veces muchos no me gustaban a la primera, pero me los ponía una segunda y tercera vez y me daba cuenta que me gustaba.
Antes nos comprabamos los discos de los artistas que más o menos conocíamos, ahora consumes mucho sin conocer previamente. Antes éramos más seguidores o fans exclusivos.
Por eso creo que Internet es como una arma de doble filo, porque es buena para unas cosas como la promoción. A mí me fue super bien poner los discos en Internet, pero por otro lado hay que tener cuidado de cómo funciona todo en Internet, porque sacas un disco y al cabo de un mes ese disco ya es viejo.
Cuando teníamos 15 años los discos duraban un año, incluso más.
Ahora todo es muy rápido. Sale el disco, sale el videoclip, y al cabo de un mes el disco es viejo ya. Es como que todo es fugaz. Mola, ya no el formato de disco, el de single. Con Alfacrepus lo pensamos así en ese sentido.
Debutasteis en diciembre. ¿Ahora, ya con disco nuevo tuyo, te parece ya pasado?
No porque estamos currando en el segundo epé que va a quedar muy guapo y, cuando salga el tercero, ya tendremos el disco entero; entonces tenemos que tener muy en cuenta los primeros. Cuando saquemos el tercero, que tengamos doce, volverán a hacerse presentes las primeras canciones como conjunto.
Entre El Caldero y este Baile de Magos ha pasado justo solo un año. Colaboración con Alfaro. No sé… Antes, ¿puede que no estuvieras tan a tope?
No, siempre he estado a tope; siempre he estado haciendo mil cosas. Yo, por ejemplo, no curro en otra cosa que no sea la música, y hay muchos días que incluso no soy productivo pero, aún así, siempre estoy haciendo cosas. No entiendo que una persona que no trabaje en otra cosa más que en la música no lleve el ritmo que yo tengo. ¿Qué haces, te pones a ver series? Yo, por la mañana, me pongo nervioso viendo la tele, tengo que trabajar. Mi ritmo natural es este. A veces me decían: “hostia, les tienes que dejar más tiempo a los discos, no les das tiempo…”. Pero, si no, qué hago, no sé qué hacer, me aburro. No quiero ver películas a las diez de la mañana de un martes. Entonces voy haciendo discos y, si la gente no se quiere adaptar a mí, me aguanto. Porque igual no me sale ningún disco y me tengo que esperar ocho años hasta que me salga una canción. No sé… a lo mejor me da una sequera de cerebro… Al menos, el tiempo que he aprovechado lo he aprovechado bien. Si no las sacas, las canciones te queman en las manos. Pasa el tiempo y ya no te gustan. Cuando he sacado el disco, yo ya pienso en otra cosa.
¿Has desechado muchas de Baile de Magos?
Algunas, pero las he guardado para Caras B. Las he desechado como conjunto de disco pero no como canciones, porque son muy chulas. Pensaba que el disco funcionaba mejor sin esas dos canciones pero, como están masterizadas, las quiero sacar más adelante.
¿Entonces, habrá Caras B y al ser un disco mákina o bakalao, habrá remixes de algunas canciones?
A mí me gustaría mucho que las remezclara Skrillex,… o Cassius, pero creo que es un poco complicado. O Diplo. Saldrá lo que salga. El otro día estuve hablando con un chico del Rita (en Carles del bar de sa Gerreria) y me dijo que tenía ganas de remezclar. Estoy abierto a todo. Mola.
¿Tuviste miedo de que el hecho de mudarte a Mallorca repercutiera negativamente en la producción de tu música, ya sea por el aislamiento geográfico o por asimilarte al carácter mallorquín de amodorrarse?
Hay dos vertientes. La primera, por crear, para nada, porque siempre que haces un cambio te va bien para crear. Yo siempre cuando he estado más activo ha sido justo después de cambiarme. Y luego, por otro lado, al final en Barcelona siempre estás viendo a críticos y a músicos. Creo que, en cierto modo, me va mejor para mi proceder irme a una isla. Creo que era un punto muy bueno, porque creo que era bueno no dejarse ver tanto en Barcelona. Me apetecía estar más aislado.
¿Y en cuestión de promoción y difusión, estar en la isla te ha cortado las alas?
Yo no creo que estar en Mallorca sea un impedimento. Puedes irte a Madrid, Barcelona,…
¿En la isla has hecho buenos amigos? ¿Tienes más que allá? ¿Te sientes más acompañado?
Adriana (la continua tenint davant). Más que en Barcelona no porque es mi ciudad y tengo a mi familia y a mis amigos. Pero lo que sí siento y que he visto muy positivo es que los amigos de Barcelona se quedan para siempre que vayas, y en tu nueva ciudad tienes que crearte de nuevos, y los amigos que deje en Palma se quedarán. Lo bonito es que los cambios son súper positivos porque si tu eres una persona que puedes hacer amistad y dejar poso, lo único que haces es dejar amigos. Estuve viviendo medio año en Girona y tengo a unos amigos que se han quedado para siempre. Yo vivía con Erasmus italianos y a Alessandro, por ejemplo, un colega mío, todavía lo sigo viendo y quedamos como uno de mis mejores colegas. Los cambios de ciudad es lo más positivo para la vida social de uno.
Bueno, de hecho, acabas de sacar un nuevo proyecto, como es Es Voltors, con This-Banker que no es más que fruto de la amistad, a raíz de una broma particular entre amigos.
Sí, de hecho ha salido de una apetencia a hacer una canción de fin de año que luego ha ido evolucionando. El otro día que estábamos hablando de Ossifar, creo que tiene una forma de creación bastante similar. Ojalá consiga tener una quinta parte de la difusión que tuvo Ossifar.
¿Te lo pensaste mucho a la hora de crear Es Voltors o fue algo impulsivo sin pensar en las consecuencias?
Mis pasos son muy parecidos a cómo juego al ajedrez. Juego de forma impulsiva y desordenada. Luego al final intento ordenarme lo que he hecho pero nunca pienso si algo es bueno o no; igual he hecho muchos pasos que no eran buenos. Pero al ser impulsivo, siempre hago lo que me apetece en ese momento. Tal vez, tal y como ha salido lo de Es Voltors, igual pensándolo desde fuera, no era el momento de sacar un EP digital gratis, a punto de sacar nuevo disco… Igual si me hubiera esperado un mes más, hubiese estado mejor. Pero cuando salen las cosas, salen.
¿Y no tienes que rendir cuentas a Mushroom Pillow de los proyectos paralelos a Joe Crepúsculo?
Sí, yo les comento todas las cosas, pero ellos ya saben que, si encima que les hago un disco al año y tal les propusiera todos los proyectos que hago, serían ellos que no darían abasto (riu).
¿Y si ahora lo de Es Voltors explosionara, sobre todo teniendo en cuenta tu trabajo como Crepúsculo?
Se empezaría desde cero y hablando con Esteve, que es el cincuenta por ciento. Pero, bueno, hay que trabajar en nuevas canciones y ver cómo evoluciona.
¿Y qué expectativas tienes con Baile de Magos?
Es bastante potente; puede gustar a mucha gente. Me he fijado en movidas dubstep, de hip hop, y el resultado final yo creo que es cañón, pero no acaba de ser tan comercial. Siempre he pensado que este disco es demasiado bakalao para los indies y demasiado indie para los bakalaos.
Ens aixecam. Canviam de bar. Deixam El rincón rociero, al principi de la recta que duu a son Hugo. Hi anam paral·lels a les vies del tren.
Es un tren que casi pasa. Tendrá tres o cuatro frecuencias. Es super curioso porque la vía del tren se come casi toda la calle. Entonces pasas por allí y es la vía del tren que no pasa.
Es como el tren del Far West.
Sí, sí, tiene un poco como el rollo ese. Lo cogí el otro día para ir a Sóller. (Ens esclatam de riure). Es guapo este bar, ¿no? ¿Entramos? ¿A tomar una caña? ¿Una cañuli?
Va, se trata de tomar cañas.
¿En estos siete meses que llevas en el barrio ya lo estás agotando o aún lo exprimes? ¿Vas descubriendo todos los días cosas nuevas?
No, me quedan mogollón de cosas, como este bar, Son Bruy. Es una zona súper curiosa porque la vía del tren hace como un triángulo con la plaza de toros y aún me pierdo un poco, en la zona más cerca de casa. No me ha dado tiempo a descubrir todos los bares, pero cuando me apetece voy solo.
Te he encontrado a veces saliendo de fiesta solo. ¿Lo sueles hacer?
Sí, eso ya lo hacía en Barcelona. A mí un día que tengo ganas de salir y nadie tiene ganas, en Barcelona me había pasado mil veces, entonces, ¿qué hago?, pues salgo solo. Voy a los bares e incluso me he ido a las discotecas; y aquí en Mallorca me he ido al Jarana solo. Soy un poco escapista también. Cuando estoy en grupo con mucha gente me agobio mogollón y siempre me escapo, me voy solo a tomar birras porque no aguanto.
Nos encontramos en el Jarana, en el City, en el TNT… ¿Qué bares te gustan?
Hombre, hay un bar que me gusta mucho que es el bar que yo le llamo el Ranger de Tejas, que es el bar sa Font. Bueno, creo que llamo sa Font a todos. Está en la plaza del Corner, en Drassanes. En ese bar cierran a las ocho; es un bar muy curioso. Mola porque llegas a las siete, una hora antes, y está lleno de viejos viendo Ránger de Tejas con Chuck Norris y tal. Te tomas una birra y te pones a ver Ránger de Tejas, que yo no lo había visto nunca como en ese bar, y estás flipando, porque están bien hechos. Un Ránger de Tejas es como el Coche Fantástico, que vas conociendo Estados Unidos y tambien ese carácter familiar. Ese bar os lo recomiendo. Me mola mucho el TNT, con el Rafita. El Alaska… a veces me paso a tomarme una birra. El de los sombreros, cerca de los molinos de Indústria, que tiene sombreros colgados por la pared y un barril fuera. El bar El Barril. Este bar está muy chulo porque siempre hay viejos que cantan Juanito Valderrama… Y por el barrio vamos mucho al bar Toni, a la Taverna de tots 2; enfrente del Venecia. Y, una vez por semana, voy al mercado de Pere Garau. Compro verdura, naranjas de Sóller; ahora estoy comprando fresas que ya hay, y también noodles chinos picantes que me gustan mucho. Dos o tres veces a la semana como eso. No sé lo que lleva, pero ya los comía en Barcelona. Pican mogollón. Me molan muchísimo. Los compro en unas chinas y también compro guisantes con wasabi, que es una cosa que me flipa, como un snack.
Y ya que estamos, ¿qué platos de la cocina mallorquina has descubierto desde que estás aquí?
La persona que me hace las comidas mallorquinas es la abuela de Marta, la padrina. Soy un fan total, y como sé que me va encantar porque me gusta todo… Es muy bueno todo lo que hay y además cómo lo cocina ella. A mí lo que me gusta más de Mallorca es esa idiosincrasia que tiene con la comida, que tú puedes hacer un bistec con patatas y, si fuera mallorquín, le llamarían de una manera mallorquina y dirían que viene de aquí. Porque ya es muy tarde porque, si esta moda hubiese sido un poco antes, de los calçots crearían una historia y dirían que vienen de Porreres, ¿no? Todo es como de Mallorca y eso me encanta. Me imagino que es lo que tiene ser una isla, todo hermético y cerrado. Es bonito. Parece como si no hubiera conill amb ceba o porcella en otro sitio… Eso mola. Y el rollo que se tiene también con la verdura y la fruta. Hombre, tiene parte de verdad. El otro día compré naranjas en Barcelona y fueron una cagarruta. Hay un desvarío total: “esto es bo porque es mallorquín…”. Esto me hace mucha gracia.
Con la comida tenemos un fiel reflejo de hermetismo o aislamiento, esa idea de que parece que el mundo empieza y acaba aquí…
Es total que sea así, porque con todos los platos que hay si no es mallorquín, es como que no existe. El otro día hicimos una calçotada y la abuela de Marta no comía calçots y le preguntaba: “-¿has comido calçots alguna vez? -No, -¿Y te gustan?, -No, jo no ho vull tastar”. Me hace gracia también esa cosa que hay, sobre todo en gente mayor, que dice que han estado en Nepal, viendo unas montañas super guays, y dicen: “com Mallorca no hi ha res, ja tenc la Serra de Tramuntana”. O que han estado en Nueva York y que 31 de diciembre es como la quinta avenida.
¿Eso sólo es intrínseco del carácter mallorquín, dirás? ¿No pasa también en Barcelona?
Sí que se hace, comparamos; porque los barceloneses somos como mallorquines, pero igual no le damos tanto valor a nuestra tierra como hace un mallorquín, que tiene su tierra como si fuera lo mejor del mundo. Nosotros en casa hemos adaptado mucho nuestra cocina al rollo de la mallorquina. Me gustan mucho los garbanzos trempados o hemos adoptado la masa de la coca y hacemos como una pizza.
¿Y cuál es el plato que más te ha gustado?
Me encanta mucho el frit.
¿Con hígado, sangre, vísceras?
Sí. Me gusta este y otro que hace la padrina de Marta, que es más la versión para chicas, y es con lomo y que no lleva sangre. A mí me gusta todo, mientras no lleve queso blanco ni roquefort, me gusta todo. Me moló también mucho un plato que comí en Deià y que no había probado, que era un brou con pasta, esa que es mallorquina. Y se llama Asu…brau… (Burballes!, diu n’Adriana després de pensar) Burballes! Sí! Me pareció buenísimo. Yo soy muy de sopas. En el barrio hay la casa regional de Murcia, que es muy recomendable. Está en Arxiduc. Hacen un menú baratísimo y buenísimo, y te hacen unas sopas mallorquinas que lo flipas.
Hablando tanto de Mallorca y volviendo a tu nuevo disco, de entrada, la primera referencia que encontramos es la foto de los tres niños de la portada, obra del fotógrafo mallorquín, amigo tuyo, Toni Amengual con Tanit Plana.
Tenía muchas ganas de hacer una portada con él a través de Beluga Family, su proyecto propio. Me encanta lo que hace y es de esas cosas que supera tus pretensiones. Yo tenía la idea de unos niños mirando los móviles ensimismados en la plaza. Quería que fuera una foto icónica, una foto que pareciera de guerra incluso, y a ellos se les ocurrió hacerla en la plaza Sant Felip Neri (Barcelona). La imagen del niño mirando a cámara lo llevaron a un punto de perfección que no me hubiese imaginado. Y con el rosa chicle de las letras pega mucho. Tenía mucho en mente, yo que sé, la portada del London Calling de The Clash. Fíjate los restos de metralla del bombardeo que hubo. Murieron una treintena de niños. Si sabes la historia de la plaza, la portada es más tétrica aún.
Desde la portada misma ya haces referencia a la juventud, que parece que es el hilo conductor del álbum. Ya te hemos oído decir que es un disco que refleja la pérdida de valores y te retrotraes a cuando eras adolescente, a la mákina, el bakalao o el eurobeat que escuchabas entonces, cuando ibas al Orbital, al Chasis o a Pont Aeri. ¿Es el disco que siempre quisiste hacer?
Pues nunca me lo he planteado en ese sentido, pero creo que sí; igual es como lo que dice Nietzsche, que para construir una iglesia tienes que destruir una iglesia, ¿no? O como lo que decía Feuerbach, que nadie puede destruir la religión si no ha sido el máximo creyente religioso. Creo que este disco está en el momento adecuado, después de pasar por todo lo que he pasado. Igual sí. He tenido que destruir mi propia iglesia para construir mi iglesia. Y sí que es verdad, siempre he estado coqueteando con los sonidos más puros del tecno, pero nunca me di cuenta que quería hacer este disco hasta que lo he hecho, y ahora es con el que estoy más contento. Con este disco ya me podría ir a Bali a quedarme unos cincuenta años.
En realidad en cada disco tuyo ha habido referencias al tecno o al bakalao, pero este es el primero en esencia, e incluso llega en el momento en que menos se esperaba, sobre todo después de tu obsesión por los sonidos de América Latina y la canción ligera y romántica española.
Quería llegar a la gente joven, pero no podía llegar con la música que le gusta a la gente joven, sino con la música que yo escuchaba de joven. Igual es una falacia, porque a lo mejor solo llegaré a la gente que tiene mi edad y haya pasado por el mismo proceso que yo. Y en verdad puede que sea poca gente. Pero lo pensaba así, para ser sincero y puro, y creía que siendo sincero conmigo mismo lo sería con la gente joven. Pero, claro, es una cosa conceptual; nadie se basa en eso.
Cierto es que El Caldero tenía esa fijación por la canción ligera española de los setenta…
Sí, de baja bragas… (reim)
¿Te planteas los discos con objetivos comerciales?
La verdad que no, que todo me lo planteo con las entrevistas. Como siempre tienes que decir cosas. Me encantaría hacer discos y no tener que hablar con nadie. Pero siempre tengo que acabar diciendo cosas, y yo me monto una historia para poder mentir a los periodistas y decirles tonterías. Si no, me iría a casa y me pondría Willow. Me flipa Willow.
S’aixeca i va al bany. Stop. Passam per Gumersindo i Hiroshima. Rec.
Tengo la sensación que con El Caldero retomaste el pulso autogestionado de tus inicios, que se fue algo de las manos a partir del Supercrepus por el éxito que alcanzarías… Es como si en la forma de trabajar hubieses vuelto a tus inicios…
Con El Caldero, Mushroom Pillow se lo curraron muchísimo, salió en todos los medios… Pero sí que es verdad que cada vez elijo más lo que quiero hacer y cómo quiero hacerlo. Con Mushroom Pillow querían que fuera a todo, fui a todo… No sé, todo esto yo no lo controlo. Al principio, pues, tuve la discográfica, lo hacía yo todo. Del Escuela de Zebras y Supercrepus yo enviaba todos los sobres para todos los medios, y cada vez más te interesa no hacerlo tú y preocuparte más de la música y los conciertos… Pero… el momento más currado ha sido ahora, el momento que más entrevistas he hecho ha sido sin duda con El Caldero. Lo que sí que es verdad es que hubo mucha entrevista con Supercrepus porque no se me conocía de nada, y de repente la gente quería preguntarme cosas y saber quién era. También luego he ido cambiando de discográficas. También un músico, para que llegue a una eclosión, tiene que tener un proyecto, y eso yo nunca lo he tenido. He ido cambiando. Pasé por Discoteca Océano, por Canadá, y, bueno, Mushroom Pillow tiene una forma de hacer y yo he decidido confiar en ella. Ellos ven las cosas a largo plazo.
Entram al Bar Toni. Si hi ha un bar de barri per antonomàsia a la zona és aquest. A la meitat d’Arxiduc, abans d’arribar al no-res. Xerram del barri.
Joe Crepúsculo: Parece que a Palma cogieron los dados y los tiraron, ¿no?, así al azar y parece como si los ricos y los pobres estén juntos. De repente ves un chalé super bestia en son Gotleu…Vale, sí que es verdad que tiene Son Vida, que allí no te encontrarás a gente pobre, ¿no?, pero en la ciudad de Palma está todo junto. Es una chaladuría todo mezclado. Y eso mola de Palma.
Y esta zona era todo descampados…
Sí, de hecho donde estamos viviendo nosotros era el último edificio que había; a partir de allí todo eran descampados. Todo eran casas bajas y se ve que las fiestas de gitanos que se hacían por aquí, en el bar Can Juan, eran súper bestias. Decían que era un barrio de gitanos catalanes, además. Que vivían en esta zona.
Cuando yo era niño, el cruzar las vías del tren era más que eso… delimitaban la ciudad, era el fin de algo…
Yo cuando voy al centro digo: “yo bajo a Palma”.
Y eso que estás en el centro… a nada, a 10 minutos.
Ya, pero yo bajo a Palma. Para mí bajar a Palma es ir al centro.
Pues eso es muy mallorquín….
Bueno, eso en Barcelona también lo dicen, cuando vives en Lesseps dices: “bajo al centro”. El otro día leía que al mallorquín le es indiferente decir “ahora bajo a Palma” que “ahora subo a Palma” como que “ahora voy” o “ahora vengo”. Me hizo mucha gracia.
No deja de ser curioso como los de Algaida decimos “puj a Algaida i baix a Palma”. A mitad de camino de Manacor. Y los de Manacor dicen “baix a Manacor i puj a Palma”.
Por el mapa. Es una forma muy barata de extrapolar, de vulgarizar el mapa. En Barcelona es mucho más chungo, porque el mapa cuando lo ves está mal puesto. El mar abajo y las montañas arriba. Y hay muchos barrios que dicen… ¿Gracia Nord? ¡Mentira! Sería Gracia Oeste. ¡Qué coño! El mar está a la derecha y las montañas a la izquierda. Es una forma de extrapolar mal el mapa. En ese sentido, yo también soy muy mallorquín. Es que soy más de pueblo, y no fui a Barcelona a vivir hasta que tuve 23 años. Vivía en mi pueblo, Sant Joan Despí, pese que sea un barrio del sur de Barcelona. En verdad todo son edificios hasta que llegas a Sant Joan Despí; luego te queda el río y llegas a Sant Boi. Allí la vida es parecida a una persona que vive en Manresa, porque igual puedes estar un año sin ir a Barcelona. Allí hay gente que no toca Barcelona. Últimamente rompimos los límites. Yo caminaba mucho por Barcelona, y ya lo más bestia fue cuando decidí ir caminando hasta Molins de Rei a ver a la hija de David y Ana (David Rodríguez de La Estrella de David i Ana Fernández de La Bien Querida). Hicimos una peregrinación desde nuestro barrio, Sant Antoni, andando a ver a Estrellita. Lo bonito de una ciudad es romper los limites, ¿no? Mola ir a los sitios caminando. Yo ya he ido un par de veces (no sé si ho diu en sentit mallorquí) de mi casa hasta Sant Joan Despí, que son dos horas y pico. Lo hacía mucho cuando tengo un disco a punto de salir y tengo que mezclar. Entonces mi ruta de Mallorca que hacía, he hecho varias, pero la que más me molaba es: bajaba hasta las avenidas, por 31 de Desembre y el Rívoli. Era un poco la ruta de las manifestaciones. Cogía el passeig Mallorca, por Jaume III, la Rambla y subía por el carrer dels Oms y después por la vía de la Estación. Esta era la ruta oficial. Luego la iba cambiando dependiendo del día. En Barcelona tenía una ruta, la de El Caldero, la que hacía cuando tenía el disco… como lo estuve también limando tanto… Cogía Sant Antoni, bajaba por Plaza Catalunya hasta llegar a Arc del Triomf, volvía por el Born, por la Rambla, Paral·lel, hasta Sant Antoni. Esta era la ruta de El Caldero. La de Baile de Magos sería la otra. Yo en casa me pongo muy nervioso y lo que mola es ponerte los auriculares y caminar escuchando el disco, estás super atento y vas anotando cosas. Ahora últimamente la ruta que estoy haciendo es diferente. Ahora paso por el Jarana, bajo por Blanquerna y de allí a las Avenidas…
¿Cuando compones, necesitas a alguien de confianza que te de opinión, que escuche los temas? Me da la impresión que ahora eres muy de fiarte de ti mismo…
Antes lo hacía mucho. Creo que con el paso del tiempo me he vuelto más hermético, todavía y me cuesta mucho enseñar las cosas. Antes lo enseñaba todo a todo el mundo y me era super fácil, pero ahora no sé porqué me pasa lo contrario. Me cuesta mucho.
Porque estás más convencido…
Tal vez sí o tal vez no, sea todo lo contrario. Me cuesta más enseñar las cosas si no están terminadas.
Hace tiempo me enseñaste “Hoy no me quiero levantar” y “Bailando en el lavabo”…
(Rialles) También es verdad. Te tomas cuatro cañas y ya estás enseñando lo que haces. Siempre necesitamos enseñar las cosas. Creo que un artista sería mentiroso si no te dijera que su finalidad es que los demás lo escuchen. Necesitamos que lean, que oigan o que vean lo que hacemos. Antes, con Supercrepus, conforme iba haciendo las canciones, se lo enviaba a David, a Jordi Irizar… Se lo iba enviando a gente conforme me iban saliendo. Hubo una época muy guapa. La época del mispace (diu mi). Cuando tenías una canción, la colgabas y había un feedback muy chulo. Esa época que sería del 2006 al 2009. Era muy guapo. Y ahora se ha perdido todo eso.
¿A esos amigos ya no les mandas las canciones? ¿Conocen el disco ya cuando está en la calle?
Es una pregunta contundente y bestia porque sí que es verdad que hay muchos amigos míos ahora a los que no les mando el disco. Pero también es verdad que para este disco soy yo el que he pensado que al ser tan bakalao no les vaya a gustar… Hay gente, como David, a la que siempre se lo paso. A Sergio, por supuesto. Igual soy yo que soy más egoísta. Como estoy más convencido de que mola más, igual no lo envío.
Més que un chikipark
Baile de Magos es tu disco más interior, más tuyo, en el que recuperas tu pasado.
Sí, camina hacia allá. Me gustaría ver la reacción. Pasó mucho con Nuevo Ritmo. Tenía una esperanza, pensaba que iba a ser un triunfo total, que ibamos a estar tocando por Argentina, Colombia…
Tampoco era repertorio nuevo…
Bueno, también, por eso. Fue un disco que en España ni siquiera fue bien visto y en América ni siquiera llegó. Al final prefiero no hacerme ningún tipo de ilusiones con los discos, sino estar a gusto con lo que hago…
¿Has rebajado las expectativas, incluso te conformas con resignarte solo con España?
Lo he rebajado porque más que nada con Supercrepus vi que todos los focos estaban puestos en mí, y con Chill Out imaginaba que iba a ser un disco con el que iba a poder vivir en Miami, que iba a poder ir en mi lancha…
Y puede que fuera el que tuviera menos repercusión de todos…
Sí, tal vez sí. No pasó nada de eso. Con Nuevo Ritmo, torcimos la tuerca, y pensé que por lo latino iba a llegar, y tampoco. Y con El Caldero hice un disco que tenía canciones sueltas, las mezclé yo… y no tenía ningún tipo de esperanza. Y con este tampoco la tengo porque metiéndote ilusiones luego te das más tortas. No sé, la gente se cree que para que hagas música con mucha ironía, ya eres un chiste. Aquí en España tenemos el rollo que para que seas más guay te lo tienes que creer, incluso tienes que ser un sufridor. Es un rollazo. Y yo lo que he visto es eso. Cuanta más ironía metes, la gente se lo toma más a chiste. Para mí no meter un punto de ironía… es la frescura eso. Y ese rollo creo que me ha impedido llegar a muchas cosas. La ironía es mala porque los periodistas no te van a dar toda la mano porque se creen que se la vas a morder. Y por otro lado, el público no la quiere coger porque cree que también se la vas a morder. Cuando en verdad España hemos llegado a mucho con la ironía. El Quijote es una ironía total. No fue visto en España hasta que gustó en Inglaterra, por ejemplo. Y ha pasado con muchos artistas españoles. Todo el mundo teme la ironía; creen que les estés colando un gol por el culo. Y, bueno, a mí me da mucha rabia que vean mi música como un chiste, porque son muchas horas de trabajo y mucha dedicación. Pero, bueno, si lo quieren ver así, también lo tengo que aceptar.
Sin embargo, yo creo que cada vez eres más irónico, y más lúcido, con las letras… Más que en Escuela de Zebras o Supercrepus…
Sí, nunca he perdido eso. Y mi intención con la música es: ¿me la está metiendo o no? Y no quiero ni que se vea que es un chiste, ni que se vea que es real. Es una mezcla. Por eso yo creo que pueda ser tan incómoda para según qué gente. Me gusta dejar el círculo abierto, como la poesía de Píndaro. Es el de las olímpicas, píticas y tal. Él tenía una forma de hacer la poesía que cogía los conceptos y hacía la circunferencia medio abierta, medio cerrada. Entonces, creo que lo bueno para cualquier manifestación artística es que no acabes cerrando la circunferencia. Si la cierras, ya saben de qué palo calzas. Por eso me gusta dejarla entrecerrada. Si ves que algo es irónico, no veas que sólo es eso, sino que igual tiene su punto serio. Y eso es lo que más trabajo, en lo de la circunferencia medio cerrada.
No sólo últimamente eres más irónico, sino que esa ironía está más trabajada y se te ve más convencido…
Sí, es lo que más trabajo. A mí, por ejemplo, se me da muy bien, de por sí, hacer melodías, hacer música; y lo que más trabajo y lo que más me gusta es la letra. Pero curro mucho y veo mucho lo que quiero decir y cómo, y cada vez más. Y las letras me cuestan más. Por ejemplo, respeto a la mayoría de las letras del nuevo disco he estado semanas pensando qué hacer con ellas. Es que, en verdad, una letra es muy bestia. Puedes expresar una emoción, una idea, puedes decir una forma de algo, y a veces buscas una frase, tipo: me encantaría que en una discoteca en que yo esté bailando cantar la frase (i la canta) “hoy no me quiero levantar” y meterla en un estrofa y ves que mola.
¿Sinceramente, hay algo de irónico con Mecano?
No me di cuenta. Una es “no me puedo” y la mía es “no me quiero”. Hace más hincapié al rollo que quería darle, a la dicotomía de querer y poder. Hoy no me quiero levantar es más guay que Hoy no me puedo levantar. No me puedo levantar es porque tengo una resaca bestial, pero Hoy no me quiero levantar es porque no me sale de los cojones. Es de las canciones más sucias del disco.
Conectando con la juventud a partir de tu pasado adolescente, en Baile de Magos reflexionas en la pérdida de valores, en la generación ni-ni. ¿Es porque ya se acumula cierta nostalgia desde la perspectiva de los treinta y tantos?
No, quería que fuera un disco que fuera una amalgama de los diferentes estados de la juventud. Si coges, la primera canción, “Nuevo amanecer”, habla de un cambio total de: “yo no quiero evolucionar, voy a hacer un nuevo amanecer”. Es la entrada del disco que se contrapone con la última canción, de generación perdida. La segunda dice “toda la noche bailando en el lavabo”. La tercera, “La barca de los cielos”, va sobre naves extraterrestres en la antigüedad. Habla de cómo llegar a Dios con una nave espacial que va hacia el cielo. “Jade” dice: “todo mi cuerpo es de Jade, te abrazo y tu corazón desaparece”. “Batalla de robots” es como muy chalada, como de una juventud que no sabe hacia dónde va. Igual eso es la excusa que pongo para mezclar todas esas chaladas y lo digo para quedar bien.
Y esa pregunta te va a encantar. ¿Es tu disco más conceptual?
Sí, de todos sí. Es un concepto de disco. Está todo muy pensado. Los detalles ideológicos están metidos. Es un árbol.
Y sigues escuchando tu música de antes, mákina, bakalao, el eurobeat, o te inspiras por Skrillex, dubstep…
Eso lo descubrí más tarde, ya cuando lo estaba masterizando; pero me ha inspirado mucho, por ejemplo, Kane West y el hip hop. Eso sí que lo he escuchado mucho. Y… voy al baño.
Pagam i canviam. Del bar Toni al bar Sa Taverna. Ball de bruixes.
Con Nuevo Ritmo explosionó esta obsesión que tienes por la cumbia o los ritmos latinoamericanos de artistas como la peruana Wendy Sulca o La Tigresa de Oriente. Ahora en parte lo desmontas, desparece, aunque quedan restos como “Hoy no me quiero levantar”, apostando más por el tecno, el bakalao o la mákina.
Bueno, no te creas. Porque con El Caldero había una canción, la más latina, que era la que cerraba el disco, que es “Catedral”, que es la cumbia villera que había en el disco, y en este hay “Hoy no me quiero levantar”. Con esta ya basta, se mantiene todo el rollo latino y da igual que no haya más porque es como una columna vertebral. Es cumbia villera total. Es una mezcla entre cumbia y rumba, porque la estructura de acorde y melodía es de rumba pero el ritmo es de cumbia.
Sobre todo por las bases y también por la voz, es como que ahora se diluye o desaparece ese sonido amateur, lo-fi, que tuviste hasta El Caldero, donde incluso ese sonido se mantenía. Una mejor producción ya se notaba, pero ahora es mucho más potente…
Y que canto mejor también.
Sí, que cantas mejor y que la voz incluso es distinta. Hay un cambio de producción.
Sí, sí, hay un cambio de voz. Ya no está la voz de Supercrepus o Chill Out, por ejemplo. Eso David me lo dice, que le gustaba más la voz de los primeros discos, una voz más inocente, más adolescente.
Incluso, diría, una voz más susurrante. Más contenida. Ahora es más contundente. Impone más.
Es una cosa que dice David y que seguro que opina mucha gente, y lo entiendo, que le guste más un momento, pero yo no puedo dejar de evolucionar y la voz de ahora es la que tengo que hacer porque no puedo seguir poniendo cuatro voces desafinadas como hacía antes.
¿Lo hacías aposta?
No sé qué decirte. Simplemente la primera toma me servía y ahora ya no. Antes me daba igual todo.
Ahora has llegado a un punto más perfeccionista. Le das más vueltas a todo.
Sí. A todo. Sí, antes la primera toma era la buena.
A El Caldero y Baile de Magos solo les separa un año justo y hay una diferencia brutal no solo en producción sino en sonido, en la voz.
Es que lo bueno es evolucionar. Si siempre es lo mismo, es un aburrimiento total. Siempre quieres hacer algo distinto. Yo entiendo que una cosa que has hecho en algún momento sea súper bien visto, pero si yo siguiera haciendo esto me sentiría como un estafador. De lo que estoy contento de mí es que cuando he visto que algo me ha funcionado he dado una hostia y he hecho otra cosa que no tenía nada que ver con esto, y siempre he estado dándole la vuelta a todo. Y en eso me siento orgulloso, porque siempre he hecho cosas distintas a lo anterior. Y la gente me dice: “ostras, es que así nunca te vas a ganar a un público“. Y es verdad. Lo he notado que de cada vez la gente me odia más, y cada vez el público me tiene más rabia. Y sólo leo en internet: “es que antes molabas”. Me imagino que si alguna vez he conseguido a gente que le gustaba, luego al final me ha acabado odiando o no gustando porque siempre he dado timonazos a todos los discos. Pero bueno, lo hago así porque me apetece y si a alguien no le gusta, que se aguante.
Y cuando se te ve obsesionado con algo, vas y timonazo…
Sí, un poco es como soy yo. De repente me aburro, me agobio y me quiero ir a otro sitio. Entonces con la música hago un poco lo mismo, como soy yo.
¿Y de Mallorca, qué grupos o artistas te gustan?
Tampoco conozco tanto. Últimamente he estado escuchando mucho a Ossifar que me parece un producto muy bestia, una bomba. Y de ahora… hombre, a mi Antònia Font me gustan mucho; los discos o el disco en solitario de Joan Miquel Oliver, el Bombón Mallorquín, me parece una bomba, muy guay. El Gran Amant…
¿Nunca ha habido una colaboración con Joan Miquel Oliver, no?
El otro día fui a la presentación de su nuevo libro y hablé un rato con él. No le había visto desde que estoy en Mallorca. No tenemos contacto. Pero ya se verá. También me gusta Oliva Trencada. El nuevo disco es muy bestia.
De hecho has colaborado en él. Con Tomeu Penya.
Con Tomeu Penya no, juntos no, en dos canciones separadas. Tomeu Penya es de lo más bestia también. Cuando lo vi hace cuatro años en Llucmajor con su orquesta Géminis, me pareció como si estuviera viendo a Elvis Presley. (N’Adriana i jo esclatam a riure). No, en serio. Siempre lo digo. Un concierto de Tomeu Penya es de los mejores conciertos que he visto en mi vida porque tuve la sensación de estar viendo a un grande de la música. Una persona que no sólo te da un respeto encima del escenario, sino que sus canciones eran brillantes, de fliparlo. Mucha gente seguro que ve a Neil Young y le sale la crema, y a mí me salió la crema viéndolo en el Primavera Sound, pero la misma sensación me dio con Tomeu Penya. E incluso con Neil Young no tuve la sensación de estar viendo a un grande como con Tomeu Penya, y eso que Neil Young lo es. Pero Tomeu Penya me pareció como ver a Elvis o ver a Otis Redding. Y yo creo que cuentas eso a un mallorquín y se ríe, ¿no? Y ve a Tomeu Penya como si fuera un chiste. Cuando para mí es lo más grande que ha hecho la isla.
En parte su historial tiene puntos en común con Antònia Font. Vale que Taxi marcó un cambio, un antes y un después, pero en Mallorca no dejaban de ser un grupo verbenero, fresco, mediterráneo, hasta que Catalunya les destacó…
Y ahora como entrevistador quiero hacerte a ti una pregunta y quiero que le pongas un asterisco. ¿Tú crees que pasa lo mismo en Mallorca con Catalunya que lo que pasa en España con respeto a Inglaterra o Estados Unidos? Hasta que una banda mallorquina no se le da interés en Catalunya, no se le toma respeto en la isla… Por ejemplo, con Ossifar esto no pasó. Nunca contó con el respeto de Catalunya, pero en cambio sí que triunfó. Es la banda más puramente mallorquina que haya tenido Mallorca.
Sí, pero es un caso aparte. Fue un fenómeno social desbordante.
Pero nunca tuvo el respaldo de Catalunya, y en cambio ha sido el producto mallorquín más bestia que ha habido…
No lo tuvo porque el mercado catalán no hubiese entendido el chiste y la ironía que es Ossifar, porque partían de caricaturizar, de retratar la sociedad mallorquina. Era crítica, pero eran un chiste. Aunque lo llevasen a la risa fácil… En Catalunya no se hubiese entendido. Cada sociedad tiene su idiosincrasia.
¿Tú crees que hay relación entre los artistas de Mallorca? ¿Se tienen rabia entre ellos? ¿Es como el cuadro de Gerard, de Els Artistes?
¿Me preguntas?
Sí, porque creo y veo que hay un poco de odio entre ellos, que nadie rompe una rama por otra banda. Parece que por eso se quiere tanto el apego de fuera, porque en verdad todos están esperando que la gente tropiece y se caiga entre sí. Por eso me mola tanto el cuadro de Gerard, porque expresa todo esto de los artistas.
Se dice, ¿no?, que a los amigos te los encuentras cuando tienes desgracias o las cosas no te van bien, pero que en cambio cuando se triunfa no tienes el mismo apoyo de lado. Creo que ahora en Mallorca hay muchos músicos que colaboran entre ellos en distintos proyectos. Que hay como micro compañerismos, pequeños, pero que no hay una escena ni un apoyo, incluso se desconoce lo que hace el otro. Está todo muy individualizado, ensimismado. Es hermético. Y muchos no toman el pulso a la calle.
Es un rollo como de mi tesoro… No hay un apoyo entre las bandas, por eso puede que cueste tanto sacar las cosas de aquí. Están esperando a que caigas. La interacción entre los artistas parece milimetrada. La gente no se apoya con su proyectos culturales y artísticos. Por ejemplo yo en mi Facebook o Twitter comparto links de cosas que me molan de gente que me gusta, y veo que en Mallorca no se hace. ¿Hostia, qué pasa aquí? Es como que la gente está esperando que el barco de los demás se hunda. Es la sensación que he tenido.
Pegam portada a l’entrevista. Més que una entrevista, com a bons germans, ja fa estona que arreglam el món. Per Arxiduc hem fet net. Bota una pregunta a l’aire: -”¿Cruzamos la ría?” -”Va, crucémosla”, diu en Joël. Acabam al TNT fent Mexicaners, en Joël posant mà en el Youtube i disparant: “Hit The Lights”. Crec que repetirem.
Fotos: Adriana Petit